El pleno del Distrito de Puente de Vallecas de marzo de 2013 estuvo marcado por una novedad, el Partido Popular aprobó una de las iniciativas que presenté, transaccionada eso sí. La primera en 18 meses. La primera de entre otras tantas proposiciones tan dispares, pero tan de sentido común, como asfaltar una calle del distrito (¡en 2013 aún existen calles sin asfaltar en Madrid!), hacer un plan de ahorro energético para los centros culturales, deportivos y de mayores del distrito, crear zonas de wifi gratuitas en las dependencias municipales en las que se atiende a los ciudadanos, crear un huerto urbano que gestionasen los vecinos en solares públicos (propiedad del IVIMA o de la EMVS) que actualmente están sin utilizar, crear zonas de aparcamiento exclusivo para motos, tal y como existen en otros distritos de la capital o simplemente poner el cartel con el nombre a una calle.
JMD de Puente de Vallecas en la Avenida de la Albufera |
Ninguna de estas proposiciones salió adelante, como no salieron aquellas que tenían que ver con la transparencia: hacer pública la nómina de la concejal del distrito o su agenda oficial, o las retribuciones de los vocales vecinos. Las excusas para no aprobar nuestras proposiciones son siempre peregrinas. Desde el “estamos trabajando en ello”, que tanto me recuerda al ex presidente de acento tejano y amigo de George Bush, como que las retribuciones son públicas, aunque no es posible saber cuanto cobra exactamente un concejal del ayuntamiento de Madrid, ya que a sus 90.000 euros brutos al año (salario bruto anual de los 21 concejales presidentes de distrito), hay que sumarle los diferentes complementos por asistencias a plenos, comisiones, etcétera.
Por supuesto, tampoco se aprobaron aquellas que, a pesar de ser también de sentido común en la situación en que vivimos, podrían considerarse con una mayor carga política: renuncia a los dos asesores (en algunos distritos son tres), y que fueran los funcionarios de carrera del ayuntamiento los que asumieran sus tareas, renuncia al coche oficial del que dispone la concejal (y que conducen tres chóferes, uno por la mañana, otro por la tarde y otro para incidencias), o la renuncia al acta de diputado nacional, para que Eva Durán pueda dedicarse en exclusiva a su labor como Concejal Presidente del Distrito. Nada de esto se tuvo en consideración.
Ha tenido que ser una proposición sobre transporte escolar, en la que instaba a la concejal para que la Policía Municipal hiciera una campaña de control del transporte escolar, tal y como hace en su ámbito de competencia la Dirección General de Tráfico, la primera aprobada en esta legislatura. Algo hemos avanzado, poco pero es algo. Ahora sólo habrá que esperar a que el gobierno municipal cumpla y se ponga en marcha la campaña.
De todos modos, como es habitual el debate en los plenos se centró más en la política nacional, que en cuestiones municipales. En estos plenos se mencionan muchas más veces a Rubalcaba y a Rajoy que a la propia Ana Botella, alcaldesa de la ciudad de Madrid. Todo vale con tal de desacreditar al rival, aunque en el fondo PPSOE se parezcan como dos gotas de agua.
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