miércoles, 29 de junio de 2011

Comunicación política: Estrategias del siglo XX en 2011

En las últimas semanas no paro de ver ejemplos de políticos (y por extensión de partidos políticos) que siguen sin enterarse de que el mundo ha cambiado. Hombres dedicados a la política que siguen anclados en el siglo XX y con estrategias caducas, propias de épocas pretéritas. Los mejores ejemplos habían sido las entrevistas a Íñigo Urkullu, en TVE, la que Concha García Campoy hizo al vicepresidente tercero del gobierno, Manuel Chaves o la que le hicieron a Gregorio Gordo, líder de IU en la Asamblea de Madrid, en el canal público Telemadrid, pero la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero en el debate sobre el Estado de la Nación me ha hecho que escribiera estas líneas.

Algunos de nuestros políticos siguen enrocados en tácticas de comunicación propias de otra época, que lamentablemente les siguen dando réditos políticos. 

Un comentario común que es el ejemplo de una táctica habitual: “el rival no tiene programa, no tiene propuestas”.

José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso 


El presidente del gobierno ha “acusado” en el Congreso a Mariano Rajoy de eso mismo, de no tener propuestas. De tener un programa oculto. No hay más que abrir la página web del PP para encontrarse con propuestas claras. Pueden gustar más o menos, pero las propuestas están ahí y es bien fácil leerlas.

Íñigo Urkullu se atrevió a decir que no sabe cual es el programa electoral de Bildu, que no sabe qué propone ni qué tipo de país (según sus propias palabras) quiere. El que fuera durante dos décadas presidente de la Junta de Andalucía dijo que el 15 M no tiene propuestas concretas, que no sabe qué proponen. Algo muy similar declaró el señor Gordo en Tele Madrid sobre UPyD. 

Íñigo Urkullo


Esta táctica de ningunear al rival es todo un clásico. Cuando un político, o su partido, controlaban los medios de comunicación, o gran parte de ellos, la estrategia podía tener algún sentido. Pero de lo que no se han enterado algunos políticos españoles es que en el tiempo en que vivimos la información fluye por cauces imposibles de controlar. El ciudadano que quiere estar informado se informa y si todo un vicepresidente del gobierno es tan necio de afirmar que el movimiento 15M no tiene propuestas concretas, uno no tiene más que acudir a la red para darse cuenta de que las tiene y MUY concretas, otra cosa es que esas propuestas gusten a Chaves, uno de los políticos que mejor representan lo más despreciable de la “casta” política. Un hombre que en su declaración de bienes ha dicho que lo único que tiene a su nombre es un piso y una plaza de garaje en Sevilla que no alcanzan los 60.000 euros. Un hombre que es el responsable político de una de las mayores tramas de corrupción de la democracia, como es el caso de los ERES falsos (por no hablar de sus hijos).

Manuel Chaves en TVE


Pero Chaves no es el único. Durante la constitución de la Asamblea de Madrid, hace un par de semanas, el líder de IU, Gregorio Gordo, dijo lo mismo sobre UPyD, “los ciudadanos de Madrid les han votado y eso lo respeto, pero UPyD es un partido vacío de contenido ideológico, sin ideas y sin propuestas concretas para Madrid”… todavía estoy esperando que Gordo renuncie, concretamente, a su coche oficial como ha hecho Luis de Velasco, portavoz de UPyD en la Asamblea. Si no sabe cuales son las propuestas le voy a recordar sólo las primeras: reforma de la Ley Electoral y devolución al estado de las competencias en Educación y Sanidad. 

Gregorio Gordo, a la derecha, durante el debate de TeleMadrid en las pasadas elecciones Autonómicas


Más sangrante aún me parece lo de Urkullu. Lo que quiere Bildu para el País Vasco es lo mismo que quiere ETA y tanto el Partido Socialista con su presión sobre el Tribunal Constitucional, como el PNV con su política de “no pactos” en los ayuntamientos, han conseguido que más de 700.000 vascos estén gobernados por alcaldes del partido proetarra. Vamos a ver lo poco que tardan algunos municipios vascos en llenarse de carteles con la cara de presos y la desaparición inmediata de la bandera de España de los balcones de los ayuntamientos controlados por esta gentuza.

Urkullu sabe mejor que nadie cual es el programa y las propuestas de Bildu. Pero tanto él como los anteriormente mencionados lo tienen fácil. Si quieren saber cuales son las propuestas de sus rivales no tienen más que leerlas.

Lo mejor nos puede pasar a los ciudadanos es que estos políticos del siglo XX sigan diciendo estas tonterías para darnos cuanta de lo que son y de lo que valen. Es tan fácil obtener información como encender un ordenador y empezar a navegar y aunque hay una parte de la población que aún no tiene acceso a internet o por su edad y cultura, nunca tendrán acceso, lo que está claro es que son minoría y cada vez está más cerca la universalización de la red y ese día se acabarán este tipo de tácticas estériles e insultantes para la inteligencia de la mayoría del pueblo español.

De todos modos, si alguien todavía no se ha enterado de las propuestas concretas de UPyD, la diputada Rosa Díez las ha resumido en diez puntos muy concretos. El video no tiene desperdicio.



PD. Me gustaría mirar por un agujerito el despacho de Chaves saber si es capaz de encender él solito un ordenador, mandar un mail o ponerse delante de un teclado. Él que lleva más de treinta años con una (más bien varias) secretarias pagadas por todos los españoles y que seguramente tienen una mejor formación que el propio vicepresidente.

lunes, 13 de junio de 2011

Franco y la Real Academia de la Historia



¿Franco era fascista? Esta, aparentemente, sencilla pregunta era nada más y nada menos que la única cuestión a la que se enfrentaban los alumnos de 5º de Historia Contemporánea, en la asignatura de Historia de España del siglo XX, en mi época de estudiante en la Universidad Complutense con Ángel Bahamonde como profesor, quien a pesar del apellido no es sobrino del Caudillo. 

Todo esto viene a colación (expresión muy de Bahamonde) de la reciente polémica suscitada por el historiador Luis Suárez Fernández y la biografía de Francisco Franco, que aparece en el Diccionario Bibliográfico español, avalado por la Real Academia de la Historia.

Gonzalo Anes es el director de la Real Academia de la Historia

La polémica ha saltado a las portadas de diversos medios cuando los periodistas han leído en la biografía del dictador, que el profesor Suárez calificaba el régimen franquista como “autoritario y no totalitario”. En realidad esto es sólo la punta del iceberg de las tres páginas escritas por Suárez, que además de medievalista, que aunque lo pueda parecer no es el período en el que vivió Franco, es presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos y patrono de la Fundación Francisco Franco. Con estos datos biográficos lo que es ecuanimidad no se le puede pedir al señor Suárez, que seguro que ha escrito lo que él está convencido que fue el Régimen de Franco, pero que se parece bien poco a la realidad. 


Franco se entrevistó con su aliado Hitler en Hendaya en octubre de 1940

Otras joyas del texto son la superioridad de fuerzas del Ejército Republicano, que el territorio controlado por éste se denominaba a sí mismo “Zona roja”, como pasa completamente por alto la represión del régimen durante y después de la contienda… Vamos que no tiene desperdicio. Leyendo el texto parece más bien una hagiografía y es que a lo mejor el Vaticano ha iniciado el proceso de beatificación del personaje y yo no me he enterado.

La verdad es que para no ser totalitario Franco tenía unos amigos un poco especiales


A mi me parece muy bien que cada cual escriba lo que quiera y que cada uno lea lo que le apetezca comprar, que esto es un país libre. Ahora bien, si de lo que estamos hablando es de pagar con mi dinero (y el de todos los contribuyentes) panfletos sin ningún rigor científico, ahí la cosa cambia bastante. Es una vergüenza que una institución pública y que debería tener cierto prestigio avale un texto como el de Luis Suárez… y a partir de ahí podemos empezar a preguntarnos por el resto de biografías que aparecen en esta obra (que ha costado más de 6,5 millones de euros y más de diez años de trabajo).

Franco también se entrevistó con Petain cuando éste montó un gobierno títere de los nazis


En el fondo esto contribuye un poco más al desprestigio de una profesión, la de historiador, denostada en nuestra sociedad, una sociedad que sólo considera investigadores a aquellos que andan con batas blancas entre probetas y que ha dejado bastante de lado a sus hombres y mujeres de letras. España pocas veces ha apreciado a sus historiadores y especialmente en lo que al siglo XX se refiere, se ha preferido leer a hispanistas anglosajones o franceses. Ya me gustaría que en nuestro país la historia fuera una ciencia con la consideración que ésta tiene en Francia o Gran Bretaña, donde los libros de historia se venden por decenas de miles (centenares de miles en algunos casos), los historiadores participan de tertulias y debates televisivos o radiofónicos, donde la BBC produce excelentes reportajes de historia… Mejor no sigo escribiendo que me estoy calentando, porque al final, lo que podría haber sido una magnífica obra de consulta avalada por una instutición ejemplar, se ha echado por tierra antes de acabarse (faltan 25 volúmenes por editarse) por la falta de rigor de unos pocos, que encima han tardado en reconocer sus errores. Gonzalo Anes en entrevista a RNE dijo que el texto no se iba a cambiar.

Luis Suárez, especialista en historia medieval, es el responsable de la polémica biografía


PD. La respuesta a la pregunta que planteo al comenzar mi artículo, no se responde con un sí o un no. Esconde en realidad el análisis de toda la dictadura franquista, ya que el régimen de Franco no es el mismo cuando éste se entrevista con Hitler en Hendaya (1940) cuando recibe a Eisenhower (1959), nombra sucesor a Juan Carlos (1969), o firma las sentencias de muerte del juicio de Burgos (1975)

Ver una bandera española asociada a una esbástica podría dar alguna pista  al profesor Suárez sobre el carácter del régimen de Franco. Este es el emblema de la División Azul, como parte del Ejército Alemán durante la invasión de la Unión Soviética