jueves, 10 de noviembre de 2011

Elecciones generales 20 noviembre 2011: El debate


El pasado 7 de noviembre se celebró en Madrid  el esperado debate entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy. La polémica empezó antes, con el elevado coste de su organización, por encima de 520.000 euros. Esta cifra resulta completamente desorbitada. Mientras los políticos insisten en sus intervenciones en los medios, que este país necesita contención en el gasto, a la hora de aplicarse a ellos mismos estas recetas, ellos siempre quedan fuera de la ecuación. 

Desde la Academia de la Televisión se defendía el coste del debate, razonando que había que montar un plató “de cero” en el Palacio de Congresos, pero… ¿no tenemos televisiones públicas (y también privadas) con suficientes estructuras ya montadas dispuestas a hacer el debate? La respuesta es evidente, pero ni para ahorrar en algo tan superfluo se ponen de acuerdo PPSOE.

Manuel Campo Vidal, moderó (si es que se puede aplicar el término) el único debate entre los candidatos a la presidencia de la Campaña Electoral de 2011


Metidos en harina, el debate empezó con sus protagonistas claramente nerviosos. Rj no despegaba los ojos de sus notas, mientras que Rb comenzó titubeante. Ambos tuvieron hora y media  de debate trufada de errores. Uno falló sobre todo en las formas, Rj, y el otro en el contenido. Para mi no es que hubiera un claro ganador, lo que hubo fueron dos claros perdedores.

Más de medio millón de euros nos costó a los españoles ésta puesta en escena


Pero pasemos a analizar el debate. Algo que pocos se han preocupado en hacer seriamente.



Rj comenzó leyendo sin parar. Prácticamente no miraba a la cámara, algo que reduce claramente la credibilidad del mensaje que se quiere transmitir. Rb hablaba sin embargo como si en los últimos ocho años no hubiera formado parte del gobierno, haciendo propuestas (pocas o poco concretas) a las que él mismo había votado en contra en el Congreso (supresión de las Diputaciones Provinciales, por ejemplo). Tampoco Rj parecía representar, y liderar, al partido que gobierna la mayoría de Comunidades Autónomas cuando hablaba del fracaso escolar, ¿es que no sabe Rj que las competencias en educación están trasferidas?



El error clave del debate en lo que a Rb se refiere vino en la primera parte del mismo. Se refería a Rj dando por sentado que éste ganará las elecciones “cambiará usted las prestaciones por desempleo” (esta pregunta la formuló hasta cuatro veces, a pesar de la contundente respuesta de su adversario). En su lugar tendría que haber empleado el condicional: “cambiaría usted…” Este error garrafal no lo corrigió el socialista hasta el intermedio del debate, claramente aconsejado por su asesor.



A todo esto Rj seguía sin parar de leer, aportando muchos datos, indigeribles para el espectador, cuando llegó otro de sus descomunales errores (que parecen haber pasado inadvertidos a los periodistas… y a los socialistas) Rj dijo que él no era un experto en economía. Si así es, no creo que sea el mejor momento para pregonarlo, ya que España se encuentra ante la más grave crisis de su historia reciente. Será que Rb tampoco es experto en economía, así que sea cual sea el resultado del 20 de noviembre… estamos listos.



La cuestión de sacar gráficos está bastante desfasado, a pesar de lo cual Rb lo hizo en dos ocasiones, la segunda de ellas sin ningún éxito, ya que no se entendía nada. Tampoco parece muy apropiada la fórmula de “mañana te envío éste o aquel documento” con la que Rb parecía excusarse cada vez que Rj decía que no le creía. Otra metedura de pata memorable de Rb fue cuando dijo “esta vez el que miente es usted”. El subconsciente nos puede jugar muy malas pasadas durante un debate y este es un caso claro: antes era yo el que mentía, ahora eres tu, con lo cual se reconoce implícitamente la mentira anterior. Esto es para analizarlo en el diván.



Según fueron pasando los minutos, ambos políticos se soltaron y, sobre todo, Rb se vino arriba. Lo malo es que no podía estar respaldado por su acción de gobierno, con lo cual al puzzle que quería armar le faltaban piezas, siempre estaba presente el razonamiento del espectador pensando ¿por qué no lo has hecho antes?



Además de las meteduras de pata me gustaría enfatizar los temas no tratos, especialmente la corrupción. Parece tan evidente que esto estaba pactado al estilo de: “no vamos a hacernos daño, verdad Mariano”. Esta lacra de la corrupción política está tan extendido en ambos partidos que mejor no mencionarlo. Ambos tienen imputados en sus listas. Ambos tienen militantes condenados por corrupción. Ambos tienen a chorizos entre los suyos y los que es más grave, por unos motivos u otros no se deshacen del lastre. Tampoco se trataron asuntos que interesan a la ciudadanía, como que nuestra justicia se constituya, de una vez por todas, en un poder independiente, está claro que PPSOE prefieren seguir controlándola. Parece que el bochorno que protagonizó el Tribunal Constitucional con la sentencia del estatuto catalán, está ya olvidada. Eso sí, para demagogia pura y dura como es proponer reducir el presupuesto de Defensa (cuando es el más bajo de la Unión con poco más del 0,6% del PIB), para eso sí que hubo tiempo.



En definitiva, hemos asistido a un debate de auténtico empate a cero. Las encuestas han dicho que lo ha ganado Rajoy, pero más bien creo que a los que les han preguntado han votado por aquel que creen que va a ganar las elecciones. Una pena. Una pena que no haya más debates y más plurales. Una pena que haya tan poca alternativa, porque alternancia habrá. Las elecciones las ganará el Partido Popular para que todo siga, en lo esencial, igual.



PD. Dejo el debate "troceado" para poder analizarlo de nuevo... si alguien tiene la paciencia de volver a verlo.






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