El pasado 28 de noviembre estuve en Barcelona durante la jornada de votación en las elecciones al Parlamento Autonómico de Cataluña.
He esperado unos días para escribir este post, para ver la reacción de los medios de comunicación sobre los resultados en estas elecciones. Lo oído y leído en la prensa ha sido lo evidente. Columnistas y tertulianos (siempre a sueldo de las dos grandes opciones políticas, más la “cuota” nacionalista) han hecho un análisis tan superficial como vacío de lo que ha sucedido, sin entrar a valorar decenas de miles de votos que no han ido a los grandes partidos. Lo que sucede en Cataluña es curioso.
Para empezar no entiendo, mejor dicho lo entiendo pero no lo comparto, porqué algunas regiones, las llamadas “comunidades históricas” (como si el resto no tuvieran historia) tienen que realizar las votaciones a sus parlamentos autonómicos es fechas diferentes al resto. En un periodo de crisis tan importante como el que estamos viviendo, este es otro de los punto que habría que revisar en la Constitución.
Pero la cuestión importante no es decir que ha ganado CIU. Eso es evidente. Yo sin embargo destacaría otros resultados.
Por número de votos empezaría por la abstención. Más de 2.000.000 de catalanes se quedaron en su casa y no fueron a votar. A cualquier político se le debería caer la cara de vergüenza con una abstención que superó el 40%, pero da igual, como el dato fue un poco mejor que en las anteriores elecciones, pues es un “triunfo de la democracia”. Una mierda (perdón, pero tenía que decirlo). Dos millones de personas que pasan de la política es muchísimo, pero los políticos lo asumen y no sólo eso lo alientan. No con sus declaraciones, que siempre son en sentido contrario, siempre dicen que hay que votar, sino con sus acciones. La mayoría de políticos (especialmente los de los grandes partidos) no quieren que nada cambie. Que no vote más gente, no vaya a ser que nos desplacen del poder.
Para continuar pasemos a los votos en blanco y nulos. A pesar del poder del “voto útil”. 114.058 catalanes de decantaron por esta opción. En escaños, esto podría suponer tres o cuatro actas de diputado. Más personas de las que votaron a Laporta, se levantaron esa mañana, fueron hasta su colegio electoral y dijeron si a la democracia y NO, un no en mayúsculas a su clase política. Olé por ellos. Durante la campaña Ciudadanos propuso que los votos en blanco se convirtiesen en escaños vacíos en el parlamento. Me parece bien. Así a lo mejor los políticos se plantearían muchas más cosas. Lo malo (para ellos) es que estoy seguro de que muchos de los 2.000.000 que se quedaron en su casa irían a votar y entonces muchos parlamentarios se quedarían en el paro (nada diferente a lo que pasa con 4.600.000 españoles).
Sigamos.
Ciudadanos repitió en número de escaños y el partido de Joan Laporta consiguió 4 actas. Sobre estos dos partidos si que se han hecho comentarios, al estar en el Parlamento, parece que si tienen derecho a estar en los medios, así que lo dejaré estar.
Nada más y nada menos que 75.321 catalanes votaron por un partido xenófobo y de ultraderecha. Plataforma por Cataluña ha pasado desapercibida en los medios de comunicación de manera alarmante. Como no han sacado representación, pues el peligro no existe. Increíble. Nadie habla de ello. Más de 75.000 personas abogando por la “pureza de la raza” y aquí todos tranquilos. Para el que no conozca a Anglada, aquí le dejo una entrevista de Jordi Évole:
No entiendo la Ley electoral. No entiendo como Anglada no ha entrado en el Parlamento, aunque en algunos momentos de la noche electora tenía asignados dos escaños. Si esos votos hubieran estado concentrados en una sola provincia habría conseguido representación. Personalmente hubiese preferido que entrase en el Parlamento. Que no se me malinterprete. Menos mal que no soy un personaje público, ya que esta frase en manos de un periodista malintencionado y sacada de contexto sería toada una declaración de intenciones. Digo que preferiría que entrase porque así algunos no utilizarían la táctica del avestruz. Esconder la cabeza y no enfrentarse a los problemas. Anglada y su partido son un problema, como lo es Laporta, aunque con este podemos estar tranquilos. Si la representación del independentismo radical catalán está en manos de un personaje como este, no hay problema.
Por último, quisiera referirme a UPyD. Sus resultados han sido, como poco, decepcionantes. El único partido de ámbito nacional y con el mismo discurso en toda España, que se presentaba en Cataluña, ha obtenido poco más de 5.000 votos. El silencio mediático ha funcionado. No se ha escuchado casi nada sobre UPyD durante la campaña electoral y eso volverá a pasar en las elecciones municipales del año que viene. Aunque eso será otra historia.
El pasado 28 de noviembre estuve en Barcelona durante la jornada de votación en las elecciones al Parlamento Autonómico de Cataluña.
He esperado unos días para escribir este post, para ver la reacción de los medios de comunicación sobre los resultados en estas elecciones. Lo oído y leído en la prensa ha sido lo evidente. Columnistas y tertulianos (siempre a sueldo de las dos grandes opciones políticas, más la “cuota” nacionalista) han hecho un análisis tan superficial como vacío de lo que ha sucedido, sin entrar a valorar decenas de miles de votos que no han ido a los grandes partidos.
Lo que sucede en Cataluña es curioso.
Para empezar no entiendo, mejor dicho lo entiendo pero no lo comparto, porqué algunas regiones, las llamadas “comunidades históricas” (como si el resto no tuvieran historia) tienen que realizar las votaciones a sus parlamentos autonómicos es fechas diferentes al resto. En un periodo de crisis tan importante como el que estamos viviendo, este es otro de los punto que habría que revisar en la Constitución.
Pero la cuestión importante no es decir que ha ganado CIU. Eso es evidente. Yo sin embargo destacaría otros resultados.
Por número de votos empezaría por la abstención. Más de 2.000.000 de catalanes se quedaron en su casa y no fueron a votar. A cualquier político se le debería caer la cara de vergüenza con una abstención que superó el 40%, pero da igual, como el dato fue un poco mejor que en las anteriores elecciones, pues es un “triunfo de la democracia”. Una mierda (perdón, pero tenía que decirlo). Dos millones de personas que pasan de la política es muchísimo, pero los políticos lo asumen y no sólo eso lo alientan. No con sus declaraciones, que siempre son en sentido contrario, siempre dicen que hay que votar, sino con sus acciones. La mayoría de políticos (especialmente los de los grandes partidos) no quieren que nada cambie. Que no vote más gente, no vaya a ser que nos desplacen del poder.
Para continuar pasemos a los votos en blanco y nulos. A pesar del poder del “voto útil”. 114.058 catalanes de decantaron por esta opción. En escaños, esto podría suponer tres o cuatro actas de diputado. Más personas de las que votaron a Laporta, se levantaron esa mañana, fueron hasta su colegio electoral y dijeron si a la democracia y NO, un no en mayúsculas a su clase política. Olé por ellos. Durante la campaña Ciudadanos propuso que los votos en blanco se convirtiesen en escaños vacíos en el parlamento. Me parece bien. Así a lo mejor los políticos se plantearían muchas más cosas. Lo malo (para ellos) es que estoy seguro de que muchos de los 2.000.000 que se quedaron en su casa irían a votar y entonces muchos parlamentarios se quedarían en el paro (nada diferente a lo que pasa con 4.600.000 españoles).
Sigamos.
Ciudadanos repitió en número de escaños y el partido de Joan Laporta consiguió 4 actas. Sobre estos dos partidos si que se han hecho comentarios, al estar en el Parlamento, parece que si tienen derecho a estar en los medios, así que lo dejaré estar.
Nada más y nada menos que 75.321 catalanes votaron por un partido xenófobo y de ultraderecha. Plataforma por Cataluña ha pasado desapercibida en los medios de comunicación de manera alarmante. Como no han sacado representación, pues el peligro no existe. Increíble. Nadie habla de ello. Más de 75.000 personas abogando por la “pureza de la raza” y aquí todos tranquilos. Para el que no conozca a Anglada, aquí le dejo una entrevista de Jordi Évole:
No entiendo la Ley electoral. No entiendo como Anglada no ha entrado en el Parlamento, aunque en algunos momentos de la noche electora tenía asignados dos escaños. Si esos votos hubieran estado concentrados en una sola provincia habría conseguido representación. Personalmente hubiese preferido que entrase en el Parlamento. Que no se me malinterprete. Menos mal que no soy un personaje público, ya que esta frase en manos de un periodista malintencionado y sacada de contexto sería toada una declaración de intenciones. Digo que preferiría que entrase porque así algunos no utilizarían la táctica del avestruz. Esconder la cabeza y no enfrentarse a los problemas. Anglada y su partido son un problema, como lo es Laporta, aunque con este podemos estar tranquilos. Si la representación del independentismo radical catalán está en manos de un personaje como este, no hay problema.
Por último, quisiera referirme a UPyD. Sus resultados han sido, como poco, decepcionantes. El único partido de ámbito nacional y con el mismo discurso en toda España, que se presentaba en Cataluña, ha obtenido poco más de 5.000 votos. El silencio mediático ha funcionado. No se ha escuchado casi nada sobre UPyD durante la campaña electoral y eso volverá a pasar en las elecciones municipales del año que viene. Aunque eso será otra historia.
Respecto a "comunidades históricas", el tema es sencillo, la cosa es ser distinto, a mi me la sopla lo que los demás consigan o tengan, lo único importante es tener nosotros un poquito mas para poder vendérselo a nuestra gente y así creernos que dentro de 20 años saldremos en los libritos de historietas de nuestra provincia de turno (para entonces habrá provincias nacionalistas, esto no va a parar. Todo ésto se soluciona cambiando la ley electoral, pero claro no les interesa. Por qué se permite que el PSOE nos tome el pelo a todos con el PSC?, en que quedamos son ustedes un partido o dos?.
ResponderEliminarMe cansan...
Lo del cambio de la Ley Electoral es fundamental para regenerar nuestra democracia, pero esto no interesa ni al PP, ni al PSOE, ni muchisimo menos a los pequeños partidos nacionalistas que son los más beneficiados. Imagina el papel que jugaría Coalición Canaria en nuestro parlamento con una ley justa y proporcional... no es sólo cuestión de CiU, PVN, ERC...
ResponderEliminarEl PP y el PSOE están completamente de acuerdo en lo esencial: no cambiar nada para que todo siga igual.
El siguiente paso es convertir a España en un verdadero estado federal, como EEUU o Alemania. Otra cosa a lo que se niegan rotundamente los nacionalistas, lo que ellos llaman "café para todos" o lo que es lo mismo que todas las regiones de España tengan los mismos derechos y competencias, pero claro nacionalistas vascos y catalanes se siguen creyendo diferentes (y por supuesto mejores). Ya te digo, la solución España Federal y todos iguales ante la ley, pero que cosas digo... soy un utópico empedernido