domingo, 9 de octubre de 2016

Cuenta atrás para Carmena

Desde el mismo momento en el que Manuela Carmena (Madrid, 1944) fue elegida alcaldesa de Madrid, tuve claro que tenía muchas papeletas para no terminar la legislatura con el bastón de mando de la capital de España. Varios son los posibles escenarios que desencadenarían esta salida.

Manuela Carmena

La ruptura interna en Ahora Madrid, un conglomerado de partidos políticos y movimientos sociales, en el que la homogeneidad brilla completamente por su ausencia. Las disputas internas están a la orden del día, hasta tal punto que en varias ocasiones los 20 concejales de Ahora Madrid han votado de manera distinta en el pleno de Cibeles. En los plenos de los distritos es donde más se aprecian estas diferencias, ya que allí los vocales vecinos (una figura política poco conocida, que sería equiparable a un “concejal de distrito”) fueron elegidos por primarias abiertas, por lo que no tienen porqué ir de la mano con el concejal presidente de cada distrito, a pesar de pertenecer a la misma formación. Las discusiones más agrias de estos plenos las suelen protagonizar miembros de Ganemos Madrid o antiguos afiliados a Izquierda Unida, contra sus “compañeros” de Podemos.

Ahora Madrid es un conglomerado de partidos y movimientos sociales que cuando se formó no pensó en ningún momento que pudiera llegar a gobernar Madrid



El abandono de la propia alcaldesa antes de terminar la legislatura, no es algo descabellado. Carmena ha dado muestras de hastío y cansancio en varias ocasiones. No es un cuestión de edad, ya que con 72 años se puede tener suficiente motivación y energía como para dirigir una ciudad como Madrid. La cuestión es que Carmena no se encuentra muy cómoda con la exposición mediática a la que se encuentra sometida. A esto hay que sumar su mala relación con la cúpula de Podemos. No ha participado de manera activa en las importantes campañas electorales de diciembre de 2015, ni de junio de 2016, ni mucho menos en las elecciones catalanas de septiembre de 2015, o las vascas y gallegas de septiembre de 2016. Carmena da muestras siempre que puede de “ir a su aire” y esto en un país parlamentario como el nuestro es ciertamente difícil, aunque hay que reconocer que el ámbito municipal es en el que mejor se puede desarrollar ese tipo de política individualista, que parece encajar tanto con el carácter de la alcaldesa.


Los 20 concejales de Ahora Madrid

El imprescindible apoyo del PSOE a Ahora Madrid puede terminar en cualquier momento, bien por que este apoyo suponga un desgaste excesivo para los socialistas, bien por la influencia de la política nacional (un poco probable pacto de gobierno PPSOE haría cambiar de manos el consistorio madrileño) o simplemente por las tensiones internas del propio partido socialista, que como hemos visto en las últimas jornadas afectan y mucho a todos los niveles. 

Las relaciones entre Ganemos Madrid y Podemos no son nada buenas


Podemos ya ha roto sus pactos en Extremadura y Castilla-La Mancha, comunidades donde los socialistas gobiernan en minoría gracias a la formación morada y amenazan con dejar caer como fichas de un dominó los gobiernos de Aragón, Baleares y Comunidad Valenciana. Ante una situación así es difícilmente imaginable que el PSOE permanezca de brazos cruzados y deje seguir como alcaldesa a Manuela Carmena, sobre todo cuando este apoyo se produce desde hace más de un año “a cambio de nada”. A pesar de que algunas voces de la Federación Socialista Madrileña pidieron desde un principio la entrada en el gobierno municipal, esta nunca se ha llegado a producir, a pesar de que los 9 concejales del PSOE hubieran venido muy bien en el día a día de la gestión municipal. Y es que Ahora Madrid se está encontrando con enormes dificultades para gestionar la ciudad más grande de España. A su inexperiencia de gobierno se suma que “solo” tienen 20 concejales para ocuparse de la alcaldía, las 9 áreas de gobierno y los 21 distritos, con lo que un equipo inexperto, poco cohesionado y mal avenido está llevando al desastre a la ciudad de Madrid. Otro motivo por el que Manuela Carmena pueda renunciar antes de tiempo, para evitar pasar a la historia como la peor alcaldesa de la democracia.

Las primarias son la mejor manera de elegir a los representantes políticos dentro de los partidos. El inconveniente es que nos se forman equipos cohesionados 




Como siempre, esto no es más que una opinión, el futuro próximo nos dirá si acertada o no. A pesar de que Madrid necesitase un cambio después de 25 años de gobierno continuado del Partido Popular, con el rodillo de la mayoría absoluta, el cambio que ha llegado con Ahora Madrid no está siendo positivo para la ciudad y lo mejor sería que de una manera u otra, la radicalidad saliese del Ayuntamiento para que se instalase en él la sensatez de un gobierno en coalición del resto de partidos, PP, PSOE y C´s, que podría ser además un excelente ejemplo de lo que debería suceder a nivel nacional.

martes, 13 de septiembre de 2016

Alerta máxima

¿Alguien duda que España se encuentra en grave riesgo de sufrir un atentado terrorista de origen yihadista? Si la respuesta que te das, estimado lector, es negativa no hace falta que sigas leyendo el presente artículo. Si por el contrario piensas, como yo, que España puede sufrir un ataque terrorista de este tipo, la siguiente pregunta que tendremos que hacernos es, ¿cual es el nivel de riesgo?


Militares franceses patrullan por el centro de Nimes en agosto de 2016 

Según nuestro gobierno, el nivel de alerta antiterrorista es de 4 sobre 5, o lo que es lo mismo un nivel de riesgo alto.


¿De verdad piensa nuestro gobierno que estamos ante un riesgo muy alto? A la vista de los atentados recientes que han sufrido los países de nuestro entorno, no puedo estar de acuerdo con esta percepción. Creo que nos encontramos ante un riesgo extremo, lo que equivaldría a un Nivel 5. Y por supuesto que esta afirmación no trata de alarmar a nadie, simplemente se basa en el análisis de la información de que disponemos.

Veamos una relación de atentados yihadistas producidos en los últimos meses, sólo en Occidente, ya que si contemplamos los perpetrados en Siria, Irak o Somalia, la lista sería interminable.

Atentados

Sidney, Australia. 15 de diciembre de 2014. 3 muertos y 5 heridos

París Charlie Hebdo, Francia. 7 enero 2015. 12 muertos y 11 heridos

Copenaghe, Dinamarca. 14 de febrero de 2015. 3 muertos y 5 heridos

París Bataclan, Francia. 13 de noviembre 2015. 137 muertos y 415 heridos

Londres, Reino Unido. 5 de diciembre de 2015. 1 herido

Orlando, Estados Unidos. 12 de junio de 2016. 50 muertos y 53 heridos

Magnaville, Francia. 13 de junio de 2016. 2 muertos

Niza, Francia. 14 de julio 2016. 84 muertos

Normandía, Francia. 26 de julio 2016. 1 muerto y 1 herido

Aeropuerto de Bruselas, Bélgica. 22 de marzo de 2016. 35 muertos y 350 heridos

Charleroi, Bélgica. 6 de agosto de 2016. 2 heridos

Aeropuerto de Estambul, Turquía. 28 de junio de 2016. 41 muerto y 239 heridos

Ankara, Turquía. 13 de marzo de 2016. 37 muertos y 122 heridos

Gaziantep, Kurdistán, Turquía. 20 de agosto de 2016. 51 muertos y 94 heridos

Munich, Alemania. 23 de julio de 2016. 9 muertos y 16 heridos

Ansbach, Alemania. 25 de julio de 2016. 1 muerto y 15 heridos

Baviera, Alemania. 19 de julio de 2016. 5 heridos

El 11 de septiembre de 2001 marcó una nueva era. El terrorismo yihadista se convirtió en la principal amenaza para Occidente

Además de los citados atentados cometidos en países occidentales, en lugares como Egipto, Costa de Marfil, Yibuti, Somalia, Burkina Faso, Kenia, Túnez, Libia, Bangladesh… se han cometido ataques contra ciudadanos e intereses occidentales y prácticamente todos los días mueren musulmanes a manos de radicales que tratan de alcanzar el poder en países como Irak, Somalia, Afganistán o Siria a través del terror.

Después de analizar esta información, ¿todavía alguien puede pensar que no estamos en situación de máxima alerta?. Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos es ¿por qué nuestro gobierno no decreta el Nivel 5?

A pesar de que el número de atentados terroristas es menor que a finales de los años setenta, el número de muertos provocados por los atentados del 11S fue altísimo y altera cualquier estadística


La situación política que vive España no ayuda a tomar este tipo de decisiones de gran calado, pero ésta no es la única causa, ya que si nos fijamos en las fechas de algunos de los atentados, los del año 2015 por ejemplo, observaremos que por entonces España gozaba de la estabilidad política que le daban los 186 diputados del PP, que garantizaban una amplia mayoría absoluta.

A mi entender, la clave de que nuestro gobierno no haya querido decretar el nivel 5 de alerta viene determinada por las consecuencias que esto supone. La más importante es que, ante una situación así, las Fuerzas Armadas colaborarían en la protección de infraestructuras y puntos clave (centrales nucleares, presas, aeropuertos, estaciones de tren y metro…), así como en grandes eventos en los que se congregasen miles de personas y que supusieran un posible objetivo del terrorismo yihadista (como sucedió en el atentado de Niza).

El ejército francés también protege las iglesias, desde el asesinato de un sacerdote en Normandía en junio de 2016

La cuestión es que nuestro país lleva desde marzo de 2015 (elecciones andaluzas) en una “campaña electoral permanente” y desgraciadamente este ejecutivo no parece dispuesto a sacrificar un resultado electoral, por el “riesgo” que supondría ver al ejercito español patrullando por las calles, especialmente te algunas ciudades ¿cualquiera de nosotros se puede imaginar que dirían Puigdemont o Urkullu si tropas españolas patrullasen las calles de Barcelona o Bilbao ¡para evitar ataques terroristas! Antes que escuchar las quejas y lamentos de estos y otros políticos, nuestro gobierno es capaz de seguir con su política de paños calientes, no voy a decir que poniendo en riesgo la seguridad de la población, pero desde luego no poniendo todos los recursos que les brinda la Constitución, pero cuanto menos, poner la mayor cantidad de trabas a los indeseables que creen en la Guerra Santa.

La población española tiene desde hace muchos años, según el CIS, a las Fuerzas Armadas como una de las instituciones más valoradas de nuestro país, algo que ya quisieran los políticos, y si la UME se ha ganado el cariño y el respeto de miles de españoles, que les han visto en acción cuando una inundación o un incendio les ha tocado directamente, no entiendo porque algunos se empeñan en no recurrir a otros militares cuando en momentos de absoluta excepcionalidad, la seguridad de todos está en peligro .

La colaboración entre ejército y policía francesa es muy fluida en la lucha contra el terrorismo 
Como en tantas otras cosas, Francia nos lleva ventaja. Allí saben bien lo que es la barbarie terrorista y el gobierno con un presidente socialista a la cabeza, François Hollande, no ha dudado en pedir a sus Fuerzas Armadas que patrullen por las calles para colaborar con la policía en la prevención de atentados. El riesgo cero no existe, pero cuanto más difícil se lo pongamos a los terroristas, mucho mejor.

lunes, 29 de agosto de 2016

Antecedentes del terrorismo en Europa

De todos es sabido que el terrorismo yihadista se ha convertido en la principal amenaza para la seguridad de Occidente. Esto no es nuevo, pero el incremento de los ataques en los últimos años, y sobre todo el número de víctimas, ha sido exponencial.


No es fácil establecer el momento en el que el se produjo el primer ataque suicida de la historia, de un terrorista musulmán. De lo estoy completamente seguro es que cuando este hecho se produjo, ni siquiera existía el concepto terrorismo. 

A pesar de lo que se pueda pensar, durante los años 70 se cometían en Europa muchísimos más actos terroristas que en la actualidad, aunque también con muchas menos víctimas
Por no remontarnos demasiado en el tiempo, durante la guerra que llevó a la independencia de Filipinas en 1898, las tropas españolas de la guarnición del archipiélago, sufrieron los ataques suicidas de lo que entonces se denominaron “moros juramentados”. Todavía hoy se conoce como moros a los musulmanes del sur de Filipinas y estos emplearon ataques suicidas, especialmente contra oficiales españoles durante ese conflicto, aunque más tarde extendieron su práctica, primero contra los norteamericanos y más tarde contra las tropas invasoras japonesas. 

La cuestión es que al igual que en la cultura y tradición japonesas han existido precedentes de personas capaces de dar su vida por un ideal, hasta tal punto que todavía hoy empleamos el vocablo nipón, kamikaze, para designar a un terrorista suicida, también los musulmanes radicales tienen una larga y oscura tradición de ataques suicidas, no pensemos que lo que pasa ahora es nuevo.

De la misma manera que no son nuevos los ataques terroristas de islamistas radicales contra distintos objetivos europeos. Tanto argelinos, como más tarde los palestinos, fueron los primeros en extender en Francia y el resto de Europa su lucha armada. La guerra de independencia de Argelia (1954-1962) marca el inicio de las acciones terroristas, primero en el propio territorio argelino contra las tropas de ocupación francesas y más tarde en la metrópoli. No es ahora momento de hablar del terrorismo del OAS, por lo tanto pasemos al caso palestino.

El secuestro de aviones se convirtió en algo cotidiano en la década de los 70
Ya en los años 30 del siglo XX se produjeron ataques terroristas por parte de los dos bandos implicados en el conflicto palestino-israelí, siendo quizás el ataque más conocido el efectuado, en julio de 1946, por el Irgun contra el hotel Rey David, sede del Cuartel General Británico en Palestina. En los años sesenta se reavivó el terrorismo palestino, tras la derrota de los árabes en la Guerra de los 6 días y la ocupación judía de Cisjordania y Gaza (además de la península del Sinaí). 

Podríamos calificar los años 70 como la auténtica “década del terror” y quizás por ello el terrorismo islamista pasó algo inadvertido entre tanto derramamiento de sangre. Recordemos que en esos años en plena Guerra Fría, los palestinos establecieron una base permanente en Jordania, donde construyeron una pista de aterrizaje y comenzaron una campaña de secuestros de aviones, que desviaban allí. Se llegaron a reunir hasta cuatro aparatos secuestrados en el desierto jordano y en una operación de propaganda con repercusión mundial hicieron estallar ante las televisiones de todo el mundo los aviones, después de haber liberado a los rehenes. Aquello acabó con una auténtica declaración de guerra del gobierno jordano y la muerte de miles de palestinos en lo que se denominó Septiembre negro. Efectivamente, de ahí tomó su nombre el grupo de radicales palestinos que dos años más tarde entraron en la villa olímpica durante los Juegos de Munich y secuestraron a varios deportistas israelíes. La desastrosa operación de rescate montada por la inexperta policía alemana, se saldó con la muerte de los 11 atletas que fueron tomados como rehenes, cinco de los ocho terroristas que participaron y un policía alemán. 

Emblema de la Fracción del Ejército Rojo, también conocida como Baader-Meinhof

En los años 70 muchos eran los estados occidentales azotados por el terror. No hace falta que recordemos el caso de España con ETA, pero en esos años también atentaron el GRAPO, el Batallón vasco-español, el FRAP, el Movimiento por la autodeterminación e independencia del Archipiélago Canario y Terra Lliure. Más allá de nuestras fronteras en Francia padecían el terrorismo de origen corso; en el Reino Unido el IRA ponía bombas no solo en Irlanda del Norte, sino también en Londres; las Brigadas Rojas actuaban en Italia, donde llegaron a secuestrar y asesinar al que fuera primer ministro, Aldo Moro, y también la ultraderechista Ordine Nuovo protagonizó atentados tan sangrientos como el de la estación de Bolonia donde murieron 85 personas; en Alemania actuaba el grupo Baader Meinhof, que llegó a atentar también en Suecia; en Portugal actuaron brevemente los ultraderechistas Frente de Liberación de las Azores y Frente de Liberación del Archipiélago de Madeira; incluso al otro lado del Atlántico en Estados Unidos, el conflicto de los derechos civiles desembocó en actos de terror por parte del Black Liberation Army o en Canadá con el Frente de Liberación de Quebec, muy activo desde los años sesenta.

Las Brigadas Rojas italianas secuestraron el 16 de marzo de 1978 al líder de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, al que asesinaron el 6 de mayo asesinaron 

Durante los años 80 fueron desapareciendo la mayoría de grupos terroristas europeos, perseverando durante décadas los más letales ETA y el IRA. A medida que lo que podríamos denominar terrorismo ideológico (tanto de ultraizquierda como de ultraderecha) desaparecía de occidente, el terror islamista se hacía más fuerte. En 1985 España recibió el primer golpe de lo que entonces se conocía como la Yihad islámica. 18 personas murieron y 82 resultaron heridas en el restaurante El Descanso, muy frecuentado por militares norteamericanos, al estar situado muy cerca de la Base Aérea de Torrejón. Si el objetivo de los terroristas eran los militares, el atentado fue un fracaso, ya que todas las víctimas fueron españolas, pero por otro la lado la policía española nunca resolvió aquel brutal crimen.

Solo por citarlo. La guerra de Chechenia, que vivió dos etapas, primero entre 1994 y 1996 y más tarde entre 1999 y 2009, despertó al monstruo también en Rusia.

La caída del Muro de Berlín en 1989 nos hizo creer a algunos que viviríamos en un mundo más seguro, sin la amenaza de un conflicto nuclear, pero el 11 de septiembre de 2001 despertamos de nuestro sueño. A partir de ese día, las acciones terroristas crecieron de manera exponencial, no solo en Europa sino sobre todo en determinados países musulmanes, Canadá, Australia, África, el sudeste asiático y también en Rusia. Lo sucedido desde entonces en los últimos 15 años merece un análisis aparte.

miércoles, 20 de enero de 2016

España 2016

De apasionante (políticamente) calificaría la situación que atraviesa nuestro país al empezar el año. El nuevo parlamento salido de las elecciones del 20D y la ruptura planteada por el actual presidente de la comunidad autónoma de Cataluña nos enfrentan a una situación completamente nueva.

En este artículo me centraré en la situación planteada en Congreso de los Diputados y la formación de un nuevo gabinete. 

Mi apuesta por un gobierno PPSOE es inamovible desde hace años. Todos los movimientos que se están produciendo en los últimos días no hacen mas que hacerme pensar que eso es lo que sucederá. Pero alguien podría decir que el “gesto” de Pedro Sánchez de ceder senadores a Democracia y Libertad (antes conocida como Convergencia Democrática de Cataluña) y ERC es una muestra de que los socialistas están dispuestos a cualquier cosa por llegar a la Moncloa junto a Podemos y a los partidos independentistas. No lo veo así, aunque es una celada muy bien pensada para poder negociar en una posición de fuerza con el PP, a pesar de que el PSOE tiene 33 diputados menos que el PP (PSOE 90 frente a PP 123). Me explico.



Para llegar a un gobierno de coalición al estilo alemán, esto es, con reparto de ministerios, las negociaciones entre PP y PSOE serán duras. Por eso los socialistas tienen un as en su manga y este es, que siempre tendrán encima de la mesa la opción de formar un gobierno con un presidente socialista apoyado por Podemos, DL, IU y ERC (90+69+8+2+9= 179 diputados). El aparato del partido socialista no apuesta por esta opción, pero está ahí y eso les puede dar ventaja a la hora de negociar.



Ante esto el PP siempre podría arriesgarse a un adelanto electoral, pero esta situación escaparía a su control si el bloque de izquierda y los independentistas llegasen a un acuerdo.

Como siempre he dicho, lo más complicado para ambos partidos será convencer a sus votantes y afiliados de que están haciendo lo correcto, después de décadas demonizando al adversario. El primer argumento será que están haciendo lo mejor para España, algo que no deja de ser cierto aunque estoy convencido de que lo que buscan es lo mejor para ellos. El segundo argumento se lo están dando los separatistas catalanes. Solo un gobierno fuerte de unidad nacional podrá hacer frente al desafío planteado desde Cataluña. Por último, intentarán a toda costa incluir en ese gobierno de concentración a Ciudadanos. Tanto para el PP como para el PSOE, la inclusión de C´s en el gobierno ayudaría mucho a explicar a “los suyos” la nueva situación, algo que espero que no llegue a producirse.



En esta línea de justificaciones, la posición de fuerza que tiene el partido socialista, les permitiría poner como condición la salida de Mariano Rajoy del ejecutivo, algo que sería vendido como una victoria táctica de Pedro Sánchez. Pero no nos engañemos, con un congreso del PSOE a la vista y las reticencias que ha suscitado Sánchez en su propio partido, su “cabeza” bien podría también caer en el acuerdo, formándose paradójicamente un ejecutivo en el que no estuvieran los cabezas de lista que se presentaron el 20D por el PP y el PSOE.



Otro dato que no debemos perder de vista es que la suma de PP y PSOE (213 diputados) es, por poco, suficiente para reformar la Constitución, para lo que es necesario las 3/5 del Congreso. Ambos partidos harían una reforma “cosmética”, por ejemplo resolviendo el problema de sucesión en nuestra corona en la que los varones tienen preferencia, para justificar su regeneración. 


La consecuencia de todo esto será, que nada cambiará. A fin de cuentas el PP y el PSOE son los partidos que más se parecen de las 4 fuerzas mayoritarias que tenemos en el parlamento español, han gobernado hasta la fecha con políticas muy similares y lo seguirán haciendo si se cumple el vaticinio. La alternativa a esto son unas nuevas elecciones, algo que creo que no convence a nadie.