jueves, 15 de marzo de 2012

El bipartidismo y los privilegios de los políticos


Hay algunos que parecen no enterarse de que algo está pasando en España… o a lo mejor no quieren enterarse. Me refiero a la defensa a ultranza del bipartidismo, que en algunos ámbitos se está convirtiendo en una cuestión de estado. Un ejemplo es que desde algunos sectores del PP se está viendo con especial preocupación, el descalabro que se está produciendo en el PSOE. ¿Paradójico? No exactamente.

El sistema político en el que vivimos lleva funcionando desde 1978. A finales de los años 80 se consolidó, tal y como lo conocemos ahora, esto es, con dos grandes partidos (nacionalismos aparte), que representan a los grandes bloques ideológicos: izquierda y derecha. Desde la desaparición de UCD, el control de las instituciones del estado ha estado siempre en manos del PP o del PSOE.


La cuestión es que las cosas han cambiado mucho en los últimos años. La irrupción de una opción como UPyD, que se ha posicionado entre PPSOE, ha molestado sobremanera a los dirigentes de ambos grupos. El “chollo” se les puede acabar y lo peor es que desde UPyD no se conforman, como puede hacer IU o los nacionalistas, con una parte del pastel. No, en la formación magenta las cosas se hacen de manera diferente. Y quiero resaltar esto, se HACEN de manera diferente. Quizás por ello ha cuadruplicado sus votos en sólo cuatro años, contando en la actualidad con 1,2 millones de votantes.

Con los antecedentes histórticos que tenemos, algunas personas dudan del proyecto. Lógico. En España no tenemos precedentes de nada parecido. Muchos piensan que todos los politicos son iguales y que esto no puede cambiar. Pero de la misma manera que muchos pensaban, hace dos telediarios, que las viviendas en España no podían bajar de precio, “porque eso no había pasado nunca”, ahora está claro que hay cosas que cambian, aunque nunca haya sido así.

A los hechos me remito. Pueden parecer cosas valadíes, pero no lo son. Cuando los concejales de UPyD del Ayuntamiento de Madrid tomaron posesión de sus cargos, comprobaron con sorpresa que todos (en Madrid hay 57 concejales) tenían derecho a coches oficiales. Esto supone no sólo disponer de la máquina, el coche, sino de quien la conduzca (en los turnos necesarios para cubrir todo el día), además de un escolta por concejal. La primera reacción fue la lógica, no necesitaban los coches, ni la ciudad se podía permitir el gasto, así que propusieron que todos los concejales renunciaran.

Ana Botella junto a David Ortega, portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid
El entonces alcalde, ahora ministro, vio mejor que nadie la oportunidad política. Decidió reducir de 57 a 36 los coches, dejando los de los concejales de la Junta de Gobierno, los concejales presidentes de los distritos (que son 21) y los portavoces de la oposición (esto colocaba de nuevo un coche en manos de UPyD) además de un coche de incidencias. Lógicamente David Ortega, portavoz de UPyD, volvió a renunciar, eso sí ganandose como enemigos a todos los concejales del PSOE y de IU que se veían sin sus chóferes y sus coches.

Atasco de coches oficiales en la Puerta del Sol de Madrid
En la Asamblea de Madrid sucedió algo parecido. Allí solamente los cuatro portavoces de los grupos tenían derecho a coche (además de los consejeros del equipo de gobierno). Luis de Velasco, portavoz de UPyD, renunció a él ante el ataque desde la bancada del PSOE e IU. Al menos allí no se predicó del todo en el desierto y sorprendentemente Íñigo Henríquez Luna, portavoz del PP, renunció también a su coche oficial (algo de lo que podían tomar nota muchos de sus compañeros de partido), cosa que no hicieron ni Gregorio Gordo, ni Tomás Gómez, portavoces de IU y PSOE respectivamente.

Luis de Velasco, portavoz de UPyD en la Asamblea de Madrid
Las renuncias de UPyD en busca de la lógica, efectividad y mejor gestión de las administraciones públicas, no han parado ahí. Todos sus vocales vecinos, figura a la que dedicaré un artículo próximamente, también han renunciado a una parte sustancial de sus emolumentos.

En el Ayuntamiento de Madrid el Grupo Municipal de UPyD ha renunciado a 5 de los 18 cargos de confianza que les correspondían, por los cinco concejales obtenidos en las elecciones de mayo (imagínese el lector el número al que tiene derecho el PP por 31 concejales). De las 13 personas que trabajan en el Grupo Municipal de UPyD, nueve son funcionarios (que han podido concurrir a las 9 plazas convocadas en una decisión sin precedentes en el consistorio madrileño) y los otros 4 son cargos eventuales de libre designación (uno de ellos también funcionario).


En el Congreso, Toni Cantó ha renunciado a los más de 1.800 euros de dieta que le correspondían, como diputado elegido por una circunscripción diferente a Madrid, en concepto de ayuda para alojamiento. Son más de 60 los diputados (el número exacto aún no se sabe porque son muchos los diputados que aún no han entregado su declaración de bienes en el registro del Congreso) que siendo propietarios de una vivienda en Madrid cobran esta ayuda, pensada para aquellos que se tienen que alojar en un hotel en sus desplazamientos a Madrid desde sus circunscripciones. Sobre las renunicas a la presencia en los Consejos de Administración de empresas públicas o la despolitización de los Consejos Escolares también podremos hablar más adelante.

Toni Cantó junto a Rosa Díez e Irene Lozano en el Congreso de los diputados
En definitiva, se trata de valorar a los partidos políticos por lo que hacen y no por lo que dicen que hacen (o van a hacer y nunca hacen). Hasta la fecha UPyD está dando ejemplo de cómo es posible una nueva manera de hacer política.